domingo, 3 de marzo de 2019
CAPITULO 124
Viernes, estamos saliendo del coche después de mi chequeo con el ginecólogo.
Pedro está arreglando su corbata después del beso descomunal que le di en el coche en nuestro camino aquí. Estoy tan feliz.
Anonadada. El bebé se ve bien. Tengo una foto en mi bolso de mano, muchas fotos, de hecho, y pudimos ver su cuerpo perfecto, sus ojos y su rostro. Y su sexo.
Cuando el médico confirmó lo que era, nos dijo con una sonrisa, y Pedro y yo solo nos miramos el uno al otro. Todo es tan real, ahora que podemos darle un nombre al bebé.
Los reporteros de la Casa Blanca están inquietos, habiendo oído hablar de mi cita y dado permiso para esperar nuestro regreso en los escalones.
—Presidente Alfonso, ¿sabe lo que está teniendo?
Me atrae hacia su pecho mientras ambos nos enfrentamos a los reporteros, y todos se calman. Dice sólo tres palabras.
—Es un niño.
—¡Es un niño! —Repiten felices.
—¡Una foto rápida, Sr. Presidente!
Oigo los ecos de otros reporteros que secundan el pensamiento.
—Está bien—tomen unas cuantas fotografías, y luego confío en que nos dejen volver a nuestros trabajos.
Comienzan a tomar fotografías emocionados, y posamos en la entrada de la Casa Blanca, la mano de Pedro en la parte baja de mi espalda, sus ojos se deslizan hacia abajo para encontrarse con los míos mientras nos sonreímos. Creo que ambos seguimos repitiendo las noticias en nuestras mentes, yo desconcertada y encantada de que estoy teniendo un niño, mi pequeño Pedro, cuando Pedro, vuelve a ser profesional, les dice:
—Muy bien, tengan todos un buen día —y me lleva dentro.
Me da una palmada en el trasero mientras nos dirigimos por los pasillos.
—Que tengas un buen día, esposa.
—Lo tendré. Tengo una habitación de bebé para decorar. Ve por ello, esposo.
Él guiña, su sonrisa me deslumbra mientras empieza a caminar hacia el Ala Oeste.
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Me encanta cómo se tratan de convencer jaja
ResponderEliminarQue lindos!!! ❤❤❤
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