viernes, 8 de marzo de 2019
CAPITULO 138
La cara del criminal está en la primera página de todos los periódicos del país.
América se regocija. A pesar de que solo vuelve a abrir la herida, por la memoria que se convierte en fresca para Pedro y su madre.
Me dirijo con él y el pequeño Pedro para el
cementerio, tres docenas de rosas blancas en nuestras manos que fijamos en la tumba del
presidente Lucio Alfonso.
—Descansa en paz, papá —dice Pedro, dejando sus rosas después que dejo las mías.
Golpea con los nudillos la lápida, y una lágrima se desliza por el rabillo del ojo.
El pequeño Pedro sube, estableciendo su derecho en medio nuestro.
—Decansa en paz, abelo.
Golpea con sus nudillos como lo hizo su padre, y estoy medio sonriendo, medio sollozando.
Pedro sonríe a través de la acción de Pedrito, con los ojos llenos de amor por su hijo mientras despeina su cabello, lo levanta, y nos dirigimos de nuevo a la caravana. Pedro se ve tranquilo, pero en paz. La única que no puede contener las lágrimas por mi marido soy yo.
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Me encantaron los 3 caps, cuánto amor entre ellos.
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