sábado, 19 de enero de 2019
CAPITULO 5
La mañana después de mi cumpleaños, me doy cuenta que la luz en el contestador está parpadeando. Presiono escuchar, la mitad lo escucho mientras estoy acostada en la cama, tratando de sacudir mi aturdimiento.
—Paula, soy yo tu madre llámame.
—Paula, responde tu celular.
Después de un tercer mensaje similar, me levanto, pongo el café y devuelvo la llamada de mi madre.
—¿Has oído el rumor? —Me pregunta en lugar de un saludo.
—He estado dormida durante las pasadas... siete horas. —Entrecierro los ojos—. ¿Qué rumor?
—¡Es en la televisión nacional! Y nos han invitado a su campaña inaugural, Pau, debes venir. Es hora de mojarte los pies en la política.
Mi primer pensamiento es el mismo que he tenido durante años. Que yo no quiero estar en la política. He visto y oído demasiadas cosas siendo la hija de un senador. He vivido mucho ya.
—Es el momento para que puedas hacer una diferencia, adoptar medidas en abrazar tu propio poder personal... —Mi madre continúa, y mientras divaga, enciendo la televisión. La cara de Pedro destella ante mí.
Su rostro bronceado, un poco sin afeitar, perfectamente simétrico, caliente como el infierno.
Se pone de pie detrás de un podio, un lugar en el que nunca ha sido fotografiado antes. Los paparazzi lo han pillado en citas, en la playa, en todas partes, pero nunca, no que yo sepa, detrás de un podio.
Un traje negro y corbata carmesí cubren su cuerpo apto para una portada de GQ, su traje es tan negro que los trajes negros de los hombres que lo rodean parecen grises en comparación.
Ha sido conocido por ser un amante de la naturaleza, se mantiene en forma al experimentar cada deporte de aventura y de naturaleza deportiva que tiene para ofrecer.
Natación, tenis, senderismo, paseos a caballo.
Su magro cuerpo atlético, claramente definido bajo el traje equipado, es seguramente un testimonio de ello. Una boca bastante seductora se curva en una sonrisa mientras habla por el micrófono.
Debajo de él, una línea negra desplazándose por la pantalla dice:
NOTICIA: PEDRO ALFONSO HA CONFIRMADO SU INTENCIÓN DE POSTULARSE A LA PRESIDENCIA.
Leí la línea de nuevo. También vagamente escucho su voz en el televisor. Tiene una voz tan deliciosa, que hace a los pequeños vellos de mis brazos ponerse en punta.
—…presentación para el Presidente de los Estados Unidos de América.
Algo dentro de mí da saltos mortales; estoy golpeada por una serie de emociones-conmociones, entusiasmo, incredulidad. Vuelvo a caer en el sofá y presiono un lado del estómago para mantener las cosas aladas en el interior con movimiento. Mi madre me sigue diciendo lo mucho que mi padre y ella amarían mi compañía, pero apenas escucho.
¿Cómo puedo cuando Pedro Alfonso está en la TV?
Es tan hermoso que apuesto que cada mujer que lo está viendo quiere que sea el padre de todos sus bebés, que ponga esos labios sobre nadie más que ella, y utilizar esos ojos para mirar a nadie más.
Este dios.
El príncipe de América.
¿Ha decidido postularse a Presidente?
Habla desde un lugar de confianza y fuerza.
Sé de primera mano que la política no es para los débiles. Sé lo que mi padre ha tenido que pasar para alcanzar y mantener su asiento en el Senado. Sé el tipo de sacrificio, paciencia y disciplina que requiere servir al pueblo. Sé que a pesar de hacer todo lo posible, las críticas lo han mantenido despierto por las noches más veces de las que gustaría admitir. Sé que ser Presidente no puede ser más fácil que ser senador. Y sé que Pedro realmente no había querido esto.
Pero después de que su padre fuese asesinado, nuestra economía se fue a la mierda. Todos estamos básicamente en el punto de llegar para agarrar un salvavidas, y la situación fue tan extrema que no hay probablemente lo suficiente como para dar la vuelta.
Entonces, ¿lo está haciendo?
¿Intensificando?
—¡Sé que realmente no tienes ninguna excusa para no venir! —Mi madre sigue.
—Está bien.
—¿Acabas de estar de acuerdo, Paula? —Mi madre suena tan impactada que sonrío por haber logrado una sorpresa.
Demonios, incluso me sorprende que no estoy cantando mi misma canción. La culpa es de mi cumpleaños y de otro año que paso esperando una señal de neón grande para que me señale hacia mi camino de vida ideal que todavía no ha aparecido.
Otro año pasó a la espera del momento de esto es lo que eres, esto es lo que estás destinada a hacer. Cuando recuerdo la noche en que los Alfonso vinieron para la cena, me sentí como si estuviera tocada por algo emocionante, histórico y significativo. Ese momento me marca de muchas maneras. No se puede expresar con palabras el respeto, el honor y completo asombro de estar frente al Presidente de los Estados Unidos. Hace que quieras hacer grandes cosas también.
Tal vez ver a Pedro de nuevo me va a traer claridad. O por lo menos, en realidad podría llegar a conocerlo y ver de lo que está hecho.
Ver si realmente es capaz de cumplir con el nombre de Alfonso.
Tengo curiosidad.
Estoy intrigada.
Tal vez estoy incluso un poco en la necesidad de convencerme a mí misma que mi amor de la infancia está, de hecho, fuera de combate.
O tal vez, al igual que el resto del mundo, estoy emocionada. De que por fin hay un hombre que realmente puede ganar el respeto de ambas partes, cortar la cinta roja, y obtener un trabajo serio.
—Voy a ir contigo. —Estoy de acuerdo, para el deleite de mi madre—. ¿Cuándo es?
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