miércoles, 23 de enero de 2019
CAPITULO 17
A la hora del almuerzo, me entero de que la noticia de que Pedro le ha pedido a Rhonda que cambie el horario para dar cabida a una petición mía parece que no ha sentado demasiado bien a algunas de las otras ayudantes femeninas.
—Sabes, nunca nos ha hecho mucho caso a ninguna de nosotras. —Martha mueve su pelo, obviamente molesta.
—Las familias de Pedro y Paula ya se conocían —dice Alison mientras entro.
—¿Oh? —Gira sus grandes ojos cuestionantes en mi dirección.
—Un poco —digo.
—Ah, así que por eso. —Parece aliviada.
La energía en la sala parece cambiar, y toda la atención va de mí hacia la puerta.
Mis ojos vuelan hacia Pedro cuando se detiene por la sección de la pequeña cafetería para sacar una botella de agua. La abre, pensativo mientras mira al grupo de mujeres, a continuación, levanta la cabeza y me ve.
Sonrío y paso a través de la puerta y cuando mi hombro roza el suyo, mi piel crepita acaloradamente.
Distraídamente me paso mi mano por mi brazo mientras vuelvo a mi escritorio.
Estoy mirando a través de mi pila de cartas cuando Carlisle para al lado de mi escritorio.
—Pedro quiere que seas su nueva planificadora —dice Carlisle.
Me sorprendo.
—¿Yo?
—Tendrá que estar dispuesta a viajar; visitaremos los cincuenta estados. Es una buena idea que haya sólo un planificador o pueden surgir un montón de confusiones. Confía en mí, no es divertido tener algo en New Hampshire una hora antes de tener algo en San Francisco.
Me quedo boquiabierta.
—Vamos a ver qué es lo que se espera de ti para los siguientes meses —empieza Carlisle.
Me informa dentro de una habitación de tres por tres sobre mis funciones como planificadora política.
—Como nuestra única planificadora, debes supervisar toda la agenda de Pedro durante toda la campaña. Vas a tener ayudantes políticos y equipos avanzados para organizarte, reservaras su tiempo de ejercicio en el gimnasio, tendrás que asegurarte de que los aviones y los autobuses están equipados con elementos esenciales, organizarás los mítines y cada uno de sus compromisos sociales y personales para el resto del año. Necesitamos un buen equilibrio entre todos sus compromisos. ¿Crees que puedes hacer eso?
Mi cabeza da vueltas, pero me esfuerzo para responder.
—Yo… si Pedro piensa que puedo, puedo —digo con valentía.
Me mira seriamente.
—Para ser claros, un error de planificación podría costarnos toda la campaña. Cada minuto y segundo deben tenerse en cuenta. El planificador de su padre permaneció en la sede durante su campaña, pero Pedro quiere un enfoque más práctico.
Parece preocupado por mi capacidad para hacer el trabajo, por lo que yo asiento con más fuerza de la necesaria.
—Rhonda estará en la coordinación de prensa, pero puede ayudar si te atascas en cualquier parte del proceso; ella te ayudará con cualquier pregunta que puedas tener.
Pedro entra a ver a Carlisle, y cuando mi brazo roza el suyo mientras paso por la puerta, mi piel crepita acaloradamente.
Paso mis dedos por encima de la piel que hormiguea en la parte superior de mi brazo mientras me dirijo a la mesa cuando la asistente de Carlisle se acerca.
—Paula… —Señala en dirección a la planta donde Pedro tiene su oficina—. Vas a estar aquí ahora, frente a la oficina de Pedro.
Trago, después empiezo a reunir mis cosas personales, más determinada que nunca de marcar una diferencia y probarme, puedo.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
No hay comentarios:
Publicar un comentario