domingo, 24 de febrero de 2019
CAPITULO 101
Cuando terminamos, nos quedamos en mi cama durante horas, desnudos y agotados. Es de noche ya, y he estado esperando escuchar todo acerca de África, pero tengo la sensación de que está cansado, su voz adormecida, su expresión pensativa. Él parece ser más entusiasta para hablar de mí y lo que he estado haciendo.
—¿Qué otra cosa sino planificar tu boda? —Frunzo el ceño—. No es fácil planificar una boda de mil invitados en un mes.
Sonríe, pasándose la mano por la parte posterior de la cabeza, mirándome con esa posesión tranquila que he llegado a conocer tan bien.
—El equipo quiere saber si vamos a estar de acuerdo en tener la boda televisada. —Estudio sus rasgos cincelados—. ¿Qué piensas?
—Estoy bien de cualquier manera. —Sus cejas surcan cuidadosamente—. No podemos celebrar una boda secreta, ahora que hemos salido. No tengo ningún problema en ir de lleno si eso es lo que quiere hacer.
—No lo sé. Sé que te gusta tu privacidad, pero en estos cuatro años ellos no vendrán con eso. Todo el mundo está tan emocionado. —Me encojo de hombros—. No hay ninguna razón por la que sólo las cosas malas necesiten hacer la noticia, podemos convertir una cosa buena en noticias también.
—Entonces vamos a por ello —dice fácilmente.
—¿Y los votos? ¿Escribiremos los nuestros?
—No —dice—. Los votos tradicionales dicen todo lo que quiero decir, y todo cuanto hay, me gustaría que fueran los nuestros. —Él ahueca mi cara y se da la vuelta encima de mí, mirándome a los ojos—. Si quiero decir algo más, te lo diré a ti. En privado. Podría dejar que el público disfrute de un poco, pero tú eres mía. Sólo mía.
Me besa, y antes de irnos, hacemos el amor una vez más.
Suscribirse a:
Enviar comentarios (Atom)
Me encanta esta historia.
ResponderEliminar